"Jalando el pelo llegue a donde estoy"

Por: Damiana Pinales

Santo Domingo. Para Ysabel Brito la vida siempre estuvo llena de retos y sacrificios, ya que desde muy joven tenía que estar al cuidado de sus hermanos más pequeños.   Ella venia de una familia humilde, sus padres tenían cinco hijos e Ysabel era la mayor.

Con apenas 14 años, Mella como todos la conocen tuvo de responsabilizarse no solo del cuidado de sus hermanos, sino también de la casa debido a que su madre estaba enferma de Tiroides  y tuvieron que hacerle una cirugía.

Mella debía levantarse a las seis de la mañana para preparar a sus hermanos que luego irían a la escuela.

Su familia estaba pasando por una situación económica difícil por lo que ella se para ayudar con los gastos de la casa comenzó a limpiar zapatos. 

Todo inició cuando un señor llegó a su casa buscando a su hermano para que le limpiara unos zapatos y este no se encontraba por lo que ella  le dijo que lo haría. El señor le gustó el trabajo y de ahí en adelante otras personas también le llevaban zapatos para que ella lo limpiara.

Muchas veces tenía que faltar a la escuela por esta situación, pero ella soñaba con ser estilista profesional, cada vez que su madre visitaba el médico ella la peinaba y sus amigas estaban encantadas, pero por la situación económica por la que atravesaba su familia no podía estudiar.

Para Mella esta situación no era un impedimento para seguir soñando y tiempo después comenzó a trabajar con una tía que era dueña de un salón de belleza. Fue en el año 1995 cuando un familiar al ver las ganas que ella tenía de estudia belleza le pagó la inscripción para hacer un curso.

Pero faltaba un detalle, había que pagar una mensualidad y como ella ya tenía un poco de experiencia hacia lavados de cabeza y trabajaba como recolectora de Guandules en un pueblo de Yamasa, municipio de la provincia Monte Plata,  donde a pesar de ser una provincia productiva las oportunidades de empleos son nulas, así fue como pago sus primeros estudios en el mundo de la belleza.

Después duró dos años trabajando en la ciudad. Hoy Mella trabaja independiente, puso su propio salón en la marquesina de su casa, tienes dos hijas, a las cuales ella define como su motor para seguir avanzando.

Sus clientas hablan maravillas de su trabajo como estilista y así Ángela Peña quien tiene más de seis años arreglándose con ella y viaja desde la ciudad hasta Yamasa porque dice que es la mejor peluquera que conoces.   Mella sigue preparándose profesionalmente y gracias al esfuerzo y trabajo como peluquera este próximo 20 de diciembre se gradúa de Psicóloga en la Universidad Nacional Evangélica.